Para que sepáis la esperanza que os dio cuando os llamó (Efesios 1, 18).

Esperar es creer firmemente que un deseo pronto se cumplirá. La esperanza cristiana es la expectativa del cumplimiento de las promesas de Dios. La esperanza se refiere a todas las promesas de Dios, pero especialmente a las que se refieren a nuestra vida después de la muerte, en la presencia de Dios y de Jesús, el regreso de Jesús, la tierra nueva y el cielo nuevo.

Esperar significa que aún no ha "sucedido", pero creer con certeza que nuestras expectativas se cumplirán. Esa esperanza puede tener una profunda influencia en nuestras vidas. En lugar de hundirnos en el miedo y la ansiedad, podemos vivir en alegría y paz. Pero no debemos olvidar que la base de nuestra esperanza debe ser sólida y fiable. Si nuestra esperanza se basa en otros seres humanos o en otras fuerzas además del Dios vivo, estamos condenados a sentirnos decepcionados. Sólo una esperanza fundada en Dios, en su Hijo Jesús y en el Espíritu Santo garantiza el cumplimiento de las promesas esperadas.

- Oración: Gracias a Dios por sus promesas y la esperanza que tenemos en él. Pon tus miedos y preocupaciones en sus manos.

- Lectura de la Biblia: Lee los siguientes versículos y elige uno para memorizar: Juan 10, 28; Efesios 3, 20 al 21; Apocalipsis 21, 4.

- Reflexión personal: ¿Te preocupas constantemente? ¿Vives con miedo de que algo malo pueda pasar en tu vida o en la de tus seres queridos? Hay muchos ejemplos bíblicos de cómo Dios cumple sus promesas: Noé, Abraham y Sara, Jacob, José, Rut, Ana, Nehemías... Estudia uno de estos personajes, prestando atención a cómo Dios acompañó a esta persona, especialmente en los momentos difíciles.

- A otros: Haz una bonita tarjeta con un versículo bíblico alentador y dásela a un amigo necesitado. También puedes enviar el verso por SMS, WhatsApp u otros medios.