
El espíritu santo
También vosotros que habéis creído, en Cristo habéis recibido de Dios el Espíritu Santo, el cual él prometió y por el cual os selló para que le pertenecieran. (Efesios 1, 13).
¿Qué significa ser sellado con el Espíritu Santo?
Entre los judíos, el sello marcaba el final de una transacción: cuando se había llegado al acuerdo, se había hecho la escritura y se había pagado el precio, se estampaba el sello en el contrato para hacerlo definitivo. Un sello es una impresión diseñada para garantizar la autenticidad de un documento o información, y para mostrar si su contenido ha sido alterado o dañado.
- Un sello establece los derechos del propietario e identifica su propiedad. El Espíritu Santo se convierte así en la huella divina en nosotros. Somos propiedad de Dios.
- Un sello indica que se trata de una obra genuina, una transacción completada y no negociable, que lleva el sello de Dios.
- Un sello indica que se trata de una obra auténtica, una transacción terminada y no negociable, llevando el sello de la autoridad competente. La obra de la salvación es perfecta y ya no se puede dudar.
- Quienes porten un documento sellado con sello están bajo la protección del dueño del sello. Dios es nuestro protector. Él garantiza nuestra seguridad. El Espíritu Santo también actúa como garante o prenda de nuestra herencia. Quien paga una promesa, se compromete firmemente con el otro a darlo todo después. El Espíritu Santo nos asegura la totalidad de nuestra herencia.
Acciones para hacer del Espíritu Santo una riqueza en tu vida:
- Oración: Gracias a Dios por el don del Espíritu Santo. Pide que el Espíritu Santo te llene por completo, para que puedas escuchar Su voz.
- lectura de la Biblia: Lee el Evangelio de Juan 15, 7 al 15. ¿Qué te enseñan estos versículos sobre el Espíritu Santo?
- reflexión personal:¿Es realmente visible la marca del Espíritu Santo en tu vida? ¿Todos pueden ver que perteneces a Dios?
Pídele al Espíritu Santo que te muestre lo que te pasa y que te transforme a la imagen del Dios vivo.
- hacia otros: Conoce tus dones espirituales y comienza a ejercitarlos para el bien de tus hermanos y hermanas en Cristo.