En Jesús tenemos el perdón de los pecados.(Efesios 1, 7).

La palabra "perdonar" significa borrarlo todo, hacer borrón y cuenta nueva, dar gracia, cancelar una deuda. El perdón no se concede porque una persona culpable merezca ser perdonada. El perdón es una decisión de no guardar rencor a alguien, a pesar de lo que haya hecho. Nadie merece ser perdonado. El perdón es un acto de amor, misericordia y gracia.

La Biblia nos dice que todos necesitamos el perdón de Dios. Todos hemos cometido pecados (1 Juan 1, 8). Cada pecado es esencialmente un acto de rebelión contra Dios y arruina mi relación con él. Y sólo su perdón puede restaurar esa relación. El perdón de Dios no se puede ganar mediante buenas obras. No puedes comprar el perdón de Dios. Sólo puedes recibirlo, por fe, por la gracia y la misericordia de Dios. Todo lo que tienes que hacer es pedirle a Dios que te perdone a través de Jesús, creyendo que Jesús murió, que te ofrezca este perdón, y Dios te perdonará. El perdón de Dios es total. Una vez concedido, el pecado que rompió mi relación con Dios ya no existe ante él.

- Oración: Pídele al Espíritu Santo que te muestre si hay pecados en tu vida. Si encuentra alguno, pida el perdón de Dios en Jesús. Gracias a Dios por su perdón. Si todavía estás preocupado por un viejo pecado por el cual ya pediste perdón, pídele a Dios que lo elimine de tu mente.

-Lectura de la Biblia: Lee 1 Juan capítulo 1, 8 al capítulo 2, 2. Intenta expresar con tus propias palabras lo que el apóstol Juan está diciendo aquí sobre el perdón de nuestros pecados.

- Reflexión personal: Tenga cuidado de no abusar del perdón de Dios. No digas "Está bien, Dios me perdonará". Esta actitud muestra que te estás burlando de Dios, y Dios odia eso.

- Hacia otros: Visita a aquellos que han caído en pecado y están abrumados por lo sucedido. Anímalos con las promesas de Dios, apóyalos en la oración.