Predestinación
En su amor, Dios nos predestinó para ser sus hijos adoptivos a través de Jesucristo. (Efesios 1, 5).
¿Qué es la predestinación?
La predestinación está ligada a la elección. Mientras que la elección tiene más que ver con el pasado, lo que ha sucedido, lo que ya sabemos (somos los elegidos de Dios), la predestinación tiene que ver con el futuro, lo que Dios ha ordenado para nuestras vidas.
La palabra traducida "predestinar" en la Palabra de Dios proviene de la palabra griega "proorizo", que significa "determinar de antemano", "ordenar", "decidir de antemano". Al igual que la elección, la predestinación no es fácil de entender. Predestinar significa fijar el propio destino de antemano. Nosotros, los elegidos de Dios, estamos predestinados a convertirnos en hijos de Dios.
La predestinación enfatiza que Dios nos ha elegido para algo. Dios tiene un plan para la vida de cada uno de sus hijos. Ha planeado todo de antemano. No tengo que preocuparme. Dios tiene el control de mi futuro. Y sus planes para mi vida son muy buenos planes. Mucho mejor de lo que puedo imaginar.
Perderme el plan de Dios para mi vida no significa que Dios me abandonará o que perderé mi salvación, pero puedo perderme las grandes bendiciones de Dios.
Acciones para hacer de la predestinación una riqueza en tu vida:
- Oración: Antes de orar, escribe en una hoja de papel todo lo que te gustaría hacer, a corto y largo plazo. Pon todo en manos de Dios. Pídele que te muestre si tus planes también son SUS planes.
- Lectura de la Biblia: Lee el Salmo 139. ¿Qué te enseña este Salmo sobre la relación de Dios contigo y sus planes futuros para ti?
- reflexión personal: Examina tu corazón. ¿Toda tu felicidad depende del éxito de tus planes? Recuerda que Dios puede tener otro plan para tu vida. ¿Confías en Dios tu futuro? ¿Las preocupaciones lo mantienen despierto por la noche y no pueden trabajar durante el día? ¿Estarás dispuesto a abandonar uno de tus planes si Dios te muestra otro camino?
- hacia otros: Si no estás seguro de cuál es la voluntad de Dios para ti, pídele consejo a un hermano o hermana en Cristo. Además, busque ayuda para quienes tienen que tomar decisiones importantes sobre su futuro.