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Ministerio de los apóstoles
1 📚 Convocó a los 12, y les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar. 2 Los envió a proclamar el reino de Dios y a sanar.
3 También les dijo: Nada tomen para el camino: ni bordón, ni mochila,📖 ni pan, ni plata, ni usen doble ropa. 4 A la casa donde lleguen, posen allí hasta que salgan de la ciudad. 5 Donde no los reciban, al salir de allí sacudan el polvo de sus pies, como testimonio contra ellos.
6 Cuando salieron, recorrían una por una las aldeas, anunciaban las Buenas Noticias y sanaban por todas partes.
Confusión de Herodes
7 📚 Herodes el tetrarca supo todas las cosas que pasaban y estaba muy perplejo porque algunos decían: Juan resucitó.
8 📚 Otros afirmaban: ¡Elías apareció! Y otros: ¡Resucitó uno de los antiguos profetas!
9 Pero Herodes decía: Yo decapité a Juan. ¿Quién es Éste de quien oigo estas cosas? Y procuraba verlo.
Una multiplicación de panes y peces
10 📚 Al regresar los apóstoles le relataron todo lo que hicieron.
Y Jesús los tomó consigo y salió en privado a una ciudad llamada Betsaida.
11 Cuando la multitud se enteró, lo siguieron.
Él los recibió, les hablaba del reino de Dios📖 y sanaba a los enfermos.
12 El día comenzó a declinar. Los 12 se acercaron y le dijeron: Despide a la multitud para que vayan a las aldeas y granjas de alrededor y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar despoblado.
13 Pero les dijo: Denles ustedes de comer.
Ellos respondieron: No tenemos sino cinco panes y dos peces, a menos que nosotros vayamos y compremos comida para todo este pueblo. 14 Porque eran como 5.000 hombres.
Entonces mandó a sus discípulos: Que se reclinen en grupos de 50.
15 Así lo hicieron y reclinaron a todos.
16 Él tomó los cinco panes y los dos peces, miró al cielo y los bendijo. Partió en pedazos y daba a los discípulos para que los sirvieran a la multitud.
17 Todos comieron y se saciaron.
Recogieron lo que les sobró: 12 cestos de pedazos.
Confesión de Pedro
18 📚 Un día, después que Jesús hablaba a solas con Dios, los discípulos estaban con Él y les preguntó: Según la gente, ¿Quién soy Yo?
19 Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista. Otros, Elías. Otros, un profeta antiguo que resucitó.
20 Les preguntó: ¿Y ustedes, quién dicen que soy?
Y respondió Pedro: El Cristo de Dios.
Un anuncio de su muerte y resurrección
21 📚 Entonces Él les ordenó rigurosamente que a nadie hablaran de esto.
22 📚 📖El Hijo del Hombre tiene que padecer muchas cosas. Será rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas. Será ejecutado y será resucitado al tercer día.
23 Y decía a todos: Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, levante su cruz📖 cada día y sígame. 24 📖El que quiera salvar su vida, la perderá, y cualquiera que pierda su vida por causa de Mí, la salvará.
25 ¿Qué beneficio obtiene el hombre si gana el mundo entero y se destruye o se pierde?
26 📚 Porque el que se avergüence de Mí y de mis Palabras, el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria, la del Padre y de los santos ángeles.
Transfiguración
27 En verdad les digo que algunos de los que están aquí, que de ningún modo sufran muerte hasta que vean el reino de Dios.
28 📚 📖Unos ocho días después de estas palabras, Jesús tomó a Pedro, Juan y Jacobo y subió a la montaña a hablar con Dios.
29 Mientras Él hablaba con Dios, su rostro cambió y su ropa se volvió blanca y resplandeciente. 30 Súbitamente aparecieron Moisés y Elías, dos varones quienes le hablaban. 31 📖Aparecieron en esplendor y hablaban de la partida de Él que iba a cumplir en Jerusalén.
32 📖Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero al permanecer despiertos, vieron su gloria y a los dos varones que estaban con Él. 33 Cuando ellos se iban, Pedro, sin saber lo que expresaba, dijo a Jesús: Maestro, bueno es que nos quedemos aquí, y que hagamos tres enramadas: una para Ti, una para Moisés y una para Elías.
34 Mientras él hablaba, apareció una nube que los cubría. Al entrar ellos en la nube, se atemorizaron.
35 De la nube salió una voz que decía: ¡Este es mi Hijo escogido! ¡Escúchenlo a Él!
36 📚 Al cesar la voz, Jesús estaba solo. Los discípulos callaron y en aquellos días a nadie dijeron lo que vieron.
Liberación de un endemoniado
37 📖Al día siguiente cuando bajó de la montaña, una gran multitud le salió al encuentro, 38 y un hombre clamó: Maestro, te suplico que veas a mi hijo unigénito. 39 Porque un espíritu lo toma, de repente da alaridos, lo convulsiona, le hace daño y no se aparta de él. 40 Rogué a tus discípulos que lo echaran fuera, pero no pudieron.
41 Jesús respondió: ¡Oh generación incrédula y depravada! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Trae acá a tu hijo.
42 Cuando él llegaba, el demonio lo tiró al suelo y lo convulsionó.
Pero Jesús reprendió al espíritu impuro, sanó al muchacho y lo devolvió a su padre.
43 Todos estaban asombrados de la grandeza de Dios.
Otro anuncio de su muerte
Mientras admiraban las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: 44 📚 Penetren estas Palabras en sus oídos. Porque el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de hombres.
45 Pero ellos no entendían esta palabra pues les estaba encubierta para que no la entendieran, y temían preguntarle acerca de esto.
El más grande
46 📚 Entonces discutieron quién de ellos sería el más grande.
47 Pero Jesús entendió lo que pensaban. Tomó un niño, lo puso a su lado 48 y les dijo: Cualquiera que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe. Cualquiera que me recibe, recibe al que me envió. Porque el menor entre ustedes es el mayor.
Otro que echaba fuera demonios
49 📚 Juan dijo: Maestro, vimos a uno que echaba fuera demonios en tu Nombre. Le prohibimos, porque no sigue con nosotros.
50 Jesús le respondió: No le prohíban, porque el que no está contra ustedes, está a favor de ustedes.
El paso por Samaria
51 📖📖Al cumplirse los días de su ascensión, Él afirmó su rostro para ir a Jerusalén. 52 📖Envió mensajeros delante de Él quienes fueron a una aldea de samaritanos a preparar hospedaje para Él.
53 Pero no lo recibieron, porque entendieron que iba a Jerusalén.
54 📚 Cuando los discípulos vieron esto, Jacobo y Juan preguntaron: Señor, ¿quieres que ordenemos que descienda fuego del cielo que los consuma📖?
55 📖Entonces Él dio la vuelta y los reprendió.
56 Y fueron a otra aldea📖.
57 📖Cuando iban por el camino, uno le dijo: Te seguiré adondequiera que vayas.
58 Jesús le respondió: Las zorras tienen guaridas y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
59 Y dijo a otro: ¡Sígueme!
Pero él respondió: Permíteme primero que vaya a enterrar a mi padre.
60 Le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú, ¡vé, proclama el reino de Dios!
61 Otro le dijo: Te seguiré, Señor, pero primero permíteme despedirme de los que están en mi casa.
62 Jesús contestó: Ninguno que pone la mano en un arado y mira atrás, es apto para el reino de Dios.